A las 7:35 ya estábamos en el Terminal de Castilla los siete viajeros listos para emprender viaje. En el camino nadie durmió, fuimos viendo como el paisaje se transformaba de un desierto seco y árido, aburrido a mi parecer, a un paisaje verde con muchos matices.
A las 11:30am llegamos a la Plaza de Armas de Canchaque.

Esperando en la puerta del hospedaje
Después nos instalamos y nos fuimos a caminar por el pueblo hasta la 1:00 de la tarde que fuimos a almorzar en un restaurante que quedaba en la plaza. El almuerzo consistía en un plato con arroz, bistec y ensalada (muy agradable).
A las 2:00 de la tarde fuimos al Faique un pueblo a 10 minutos de Canchaque donde puedes disfrutar de un paisaje increíble. Esta visita nos tardo aproximadamente hasta las 6:00 de la tarde, hora en que la neblina invade todo el paisaje y el pueblo entero dándole una sensación mística al lugar. A esa hora, la Plaza de Armas de Canchaque esta llena de pobladores, quienes se relajan conversando entre ellos. A las 7:30 de la noche Canchaque ya esta muy tranquilo y sus moradores descansan en sus casas, así que nosotros también fuimos a nuestro cuarto después de tomar un rico café con pan y queso serrano.
A las 8:00 aproximadamente estábamos todos en nuestro cuarto, uno sólo cuarto para los 7, por lo que nos imaginamos que la noche sería bastante larga y agitada. ¡Pues fíjense que no!, éramos siete en un cuarto y a ninguno se nos ocurrió nada. Intentamos jugar cartas, contar historias de terror, jugar canta y gana, pero nada funcionó; así que a las 12:00m no tuvimos otra opción que dormir. Pero a desde las 2:00am., como es infaltable en este tipo de viajes, Manny y Cae, se dedicaron a hablar toda la madrugada y consiguieron despertarnos a todos, así, entre dormidos y despiertos, risas y riñas, silencios y bullas pasamos toda la primera noche.
Por Claudia Arce
1 comentario:
Que lindo viaje han tenido lamentablemente no los pude acompañar, pero paara la próxima voy con Ustedes hasta el fin del mundo.
Las fotos son increíbles.
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